miércoles, 16 de diciembre de 2009

¿Cambiar?



Noches como esta, en las que no puedo dormir me da por pensar en cosas que me van sucediendo, y si son problemas, en como solucionarlos.
Pues bien, muchas veces en diferentes épocas de mi vida, muchas personas de mi entorno han tratado de cambiar algunos de mis hábitos.

Cuando era más pequeño mis profesores se empeñaban en cortar mis alas y mi imaginación de niño (sobre todo en forma de tontunas), vale eso procuré ir cambiándolo.

En mi casa mis padres siempre me calentaban la cabeza con que estudiara, lo fui haciendo hasta segundo de bachiller en donde me harté, lo dejé, y deben reconocer que no me va mal.
Siguiendo con mi casa, mis hermanos estaban cansados de decirme que no tocara sus cosas cuando era más crío y vale eso también lo cambié.
Y para terminar con mi casa, siempre se han empeñado en que mantuviera mi habitación ordenada, vale alguna vez al año la ordeno, pero dentro de mi desorden se donde tengo cada cosa.

Pasemos ahora al trabajo, todos los jefes de los diferentes curros que he tenido, o casi todos, han intentado una y otra vez que hable mejor por las mañanas, que sea más sociable y alguna otra capullada, yo mi trabajo lo hago, ¿no?, pues dejadme vivir.

Y para terminar quedan los amigos, toda mi vida me he juntado con un grupo de personas a las que conocía prácticamente de toda la vida, antes siempre trataba de agradarles a todos, riendo siempre las gracias, aceptando siempre las decisiones de la mayoría y esas cosas. Con los años abrí los ojos y pasé de seguirles el rollo y fui al mío, y comencé a ser el raro, el malo…
Solo les diré una cosa a esas personas, sois unos lameculos.

Pero sobre todo hay una persona que ha intentado cambiarme, ella sabe quien es, pues bien para esa persona y para todas aquellas empeñadas en que cambie o que me repiten una y otra vez que he cambiado para mal y que no me reconocen, os digo, soy así, y lo seguiré siendo y a quien no le guste que se olvide de mi, yo necesito pocas cosas a mi lado para ser feliz…

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El Fin Del Mundo

Futuros habitantes de la tierra si algún día los hay, estas palabras que ahora leéis, fueron escritas por mi, M.Granados en el verano del año 2012.
Ya nos lo avisaron los aztecas, o los mayas o Tapanez, o alguno de esos, y nadie los escuchó, el fin del mundo sería en 2012.
Escribo esto con la única razón de explicaros como ocurrió todo, por si tenéis la posibilidad de evitar otros declives en el futuro.

Todo comenzó un par de años antes, cuando un grupo de amigos míos, todos ellos murcianos, muy importante esta aclaración, viajaron desde las tierras del poco agua hacia las tierras de abundancia en el mismo (me lío y escupo en la coherencia para que Tomás tenga algo que decir), que no puede ser otra que Aragón, más concretamente Monzón.
Primero fueron Vicky la vikinga, Cristina la…Cristina y Litros el dios Cani. A los que siguieron la diosa Coronita y gigantesco Pelli.
Días después llegaron dos murcianos más listos, ricos y apuestos llamados Yhan y Manolo, este último mucho más atractivo que el primero.
Entre todos acabaron con todo tipo de licor, y los pobres mañicos lo achacaron a que en Murcia no había agua y se bebían todo lo demás.
Cuando los murcianos se marcharon de allí, los aragoneses quedaron encantados con sus visitantes y les pidieron que volvieran pronto.

Eso ocurrió meses después cuando la doncella Mari, Vicky la vikinga y la terrorífica Vane fueron a Monzón.
Aquella visita pronto se convirtió en una guerra, la vikinga acabo herida, Mari la cuidó y Vane sola se ocupó de arrasar aquel pueblecillo.
Aún así la bondad y generosidad de aquellas personas les hicieron pedirles a sus visitantes que volvieran.

Durante los siguientes meses los viajes de los monzonistas, monzonicos, monzo… lo que koño sean se sucedieron varias veces a Murcia, hasta que llego la fecha en la que los murcianos organizaron el viaje que daría comienzo al fin.

En el puente de la Constitución del año 2009 los apuestos Yhan y Manolo, junto a Vicky la vikinga, la terrorífica Vane y el milagroso Sergio, como dije antes Manolo era más atractivo que Yhan, partieron a tierras aragonesas.
En el tiempo que trascurrió el trayecto cada uno pensaba en sus cosas, Yhan pensaba que aquel viaje iba a ser legendario, Manolo pensaba si el dueño de la casa tendría Gol TV para ver al Real Madrid, Sergio dormía, la vikinga no pensaba demasiado y Vane deseaba volver a arrasar aquellas tierras que antaño fueron preciosas.

Pero no señores cuando llegaron, aquel pueblo que antes era bondadoso y generoso había tornado a una maldad y vileza solo conocida hasta entonces en pueblos cercanos a la capital murciana.

Si, futuros habitantes de la tierra, si alguna vez los hay, nosotros los murcianos dejamos escapar la maldad y la necesidad de hacer daño al que vemos débil, y una vez libre la maldad se propago con gran velocidad hasta desencadenar la destrucción…

P.D. Eva, la de la manzana, seguro que era murciana.

Tributo al gran Yhandros señor del Martillo, a Sergio Arroniz señor del humor y los buenos consejos y a las paranoias que se nos ocurren entre copa y copa.

Dedicado a la gente de Monzon que siempre nos acojen con una generosidad y un saber estar envidiable nos vemos pronto...


sábado, 28 de noviembre de 2009

Momento Melancólico



Hace unos días una tontería sin importancia me hizo meditar durante varios días sobre algo que seguro que todos nos hemos planteado.
Me encontraba en la puerta del lugar de culto que todos conocéis, el Rempalme Rock, allí unos de los dueños le abrió la puerta del viejo bar a un posible comprador y por primera vez desde que se trasladaron entré. Tuve un momento de nostalgia tonta cuando me situé en mi sitio de siempre, la parte en la que la barra hacía una “L”.
Como dije al principio esa tontería me hizo meditar durante varios días.
Y en esos días me he planteado por primera vez en mi vida, con que rapidez pasa el tiempo, y si quizá estoy desperdiciando parte de él.

Siguiendo con ese momento de tonta melancolía intenté recordar cosas de mi pasado, como los compañeros de colegio con los que estuve compartiendo mi vida durante trece años. Aquellos profesores a los que odié durante años y que en estos últimos días he extrañado. Mis antiguos mejores amigos, a los que ahora apenas veo y que son auténticos extraños para mí en este presente.

Me miré en el espejo y por un momento vi a un joven imberbe que no bebía, que no había probado las drogas, que escribía relatos policíacos y de fantasmas y que solamente pensaba en jugar.
Tras cerrar los ojos y mirarme de nuevo vi a un adulto imberbe casi alcohólico, que ha probado todas las drogas, que escribe relatos sobre desamor y la vida y que solamente piensa en evitar que jueguen con él.

Observé fotos en el salón de mi casa, que antes pasaba inadvertidas y me volvieron imágenes de momentos vividos con familiares ya fallecidos, con mis padres cuando era un niño que los necesitaba, y ahora solo se que los necesito y no lo asumo y solo se cagarla. Y el día que me falten reconoceré mi error.
Recordé entre sonrisas las veces en las que incordiaba a mis hermanos mayores antes de que se casaran y pesé a extrañarlos me queda que ahora soy yo el incordiado por mis sobrinitos.

Para terminar, se que esta sensación me acompañara unos días más, y como no puedo evitar que el tiempo pase, quizá debería intentar aprovecharlo un poco más…

lunes, 2 de noviembre de 2009

No he abandonado el blog

No se como empezar este post, empezaré poco a poco y dejaré que las palabras salgan solas y esto vaya cogiendo forma, y si no algo saldrá. Se que dentro de unos días se cumpliría un mes desde mi última actualización pero no penséis que lo he dejado como con mi anterior blog, simplemente es falta de ideas, quizá empecé muy fuerte y me he ido apagando.
Se también que últimamente no comento en los blogs que sigo pero si los leo, simplemente tengo poco tiempo para comentar, Tomás estuvo muy bien tu post sobre el suelo y Mirete el tuyo del odio…
Bueno pasaré ya al tema que me ocupa últimamente. Sabéis que últimamente salgo poco, no frecuento los locales de culto como el Rempalme o La Ratonera, ni tampoco los concilios de sabios comúnmente conocidos como botelleos en el polígono. Esa razón se debe a que estoy terminando mi obra maestra, mi novela en la que llevo trabajando algunos años y que esta llegando a su final, cuando la termine y la retoque os la pasaré a quién quiera leerla.
Esta novela cuyo titulo es, “La casa de los gatos”, es una historia esotérica desarrollada en una casa abandonada donde vivía el bisabuelo del protagonista, ahora habitado por gatos y a dónde acude el protagonista para darles de comer. Allí se encontrará un misterioso cuadro del mencionado bisabuelo y empezaran a ocurrir cosas extrañas dónde el joven comenzará a investigar con algunos amigos y descubrirán que lo que allí hay son más que gatos, más que un juego y más que una casa abandonada…
Para abrir boca os dejaré con el prólogo de la novela, no es mucha cosa pero ya tendréis más.
P.D. Al final muere…



LA CASA DE LOS GATOS

PROLOGO

Año 2082

El anciano dejó su bolígrafo sobre la mesa, separó la silla y se levantó, en la esquina de su despacho Poe, el viejo gato que durante tantos años le había acompañado, levantó la vista para observar a su dueño. El viejo salió del despacho y caminó hacía el balcón, y se asomó.
Observó Alcantarilla desde el decimoquinto piso donde vivía, pensaba en lo que había crecido su pueblo en las últimas décadas de su longeva vida y además observaba el gigantesco edificio construido sobre el solar del lugar que lo había obsesionado desde joven, “la casa de los gatos”:
- Jamás olvidaré aquel lugar, mi alma quedó allí encerrada, debo terminar el relato de lo sucedido, me queda poco tiempo…

PRIMERA PARTE

Año 1993

domingo, 11 de octubre de 2009

NACHO VEGAS

Sábado 10 de octubre de 2009, marcada a fuego quedará esta fecha en mi memoria. Por primer vez veo a Nacho Vegas fuera de festivales, por primera vez lo veo en estado puro.
Pese a que la mayoría de la gente que entra a mi blog detesta a Nacho Vegas ellos saben de sobra que estaba tardando en mencionarlo.
Paso de resumiros que tal fue el concierto porque no hay palabras que describan a este genio, tocó algunas de mis canciones favoritas como "Crujidos", "Maldición", "La plaza de la soledá", "Morir o matar"...Aunque tambien me faltaron canciones como "Blanca", "En la sed mortal" o mi gran favorita "El camino", pero os reitero el concierto fue sublime. Aquí os dejo con uno de sus temazos en directo, "Nuevos planes,identicas estrategias"

jueves, 8 de octubre de 2009

BLANCA

Víctor y yo comenzamos esta extraña relación sin saber muy bien porque la emprendíamos, la cosa surgió y simplemente dejamos que los hechos se sucedieran.
Estábamos en algún bar de mala muerte cuyo nombre no recuerdo muy bien ahora, una noche cualquiera, sumidos en el hechizo del alcohol. Víctor me contaba sus últimas conquistas, lo cierto es que era un casanova, el muy cabrón. La noche continuaba, y nosotros cada vez más embriagados.
Yo simulaba prestarle atención a mi colega de barra, pero lo cierto es que no podía dejar de pensar en Lucía, mi mejor amiga y el amor de mi vida, todos mis pensamientos, mis suspiros, incluso los tragos a mi copa iban por ella.
No recuerdo muy bien que hora sería cuando nos percatamos de su presencia, parecía brillar en aquel tugurio, era preciosa, tanto Víctor, por su afán de conquistador, como yo, quizá lanzado por la necesidad de olvidarme de Lucía, sentimos la necesidad de conocerla, era maravillosa.
Se llamaba Blanca, y era la primera vez que se encontraba entre mi circulo de amistades. La besé al presentarme, su tacto fue algo inolvidable, su olor era maravilloso, parecía una diosa toda vestida de blanco, valga la redundancia.

Víctor y yo continuamos charlando bajo la atenta mirada de Blanca, y tras unas horas más decidimos despedirnos de ella y marcharnos a casa. Pero no sería así.
Cuando nos disponíamos a despedirnos, Blanca decidió tomar la iniciativa, fuimos de bar en bar, Blanca cada vez era más posesiva, cada vez le pertenecíamos más, unas veces era Víctor el que la acompañaba al baño, otras veces era yo, pero cada vez era más maravilloso.

Cada vez que salíamos de un bar el pueblo me parecía más diferente. Entre copas, bares y Blanca la noche terminó.
Pasaban los días, pasaban las noches y cada día nuestra relación con Blanca iba a mejor.

Nadie en nuestro entorno sabía de la existencia de esta extraña “diosa”. Comenzamos a salir por lugares diferentes. Conforme se sucedían los días y los meses, perdimos a nuestros amigos, nuestros trabajos, etcétera, pero la teníamos a ella.
Una noche Víctor y yo paseábamos con Blanca por una oscura calle de nuestro pueblo, cuando esta me susurró algo al oído, me dijo que si acababa con Víctor sería entera para mi. Cogí una piedra grande de un contenedor de obra y reventé la cabeza del que fuera mi mejor amigo, por fin, Blanca sería sola para mi.
Me abalancé sobre Blanca con la intención de hacerle el amor violentamente allí mismo junto al cadáver de mi víctima. Cuánto más me regocijaba con Blanca, más perdía el sentido de la realidad, solo recuerdo sirenas y luces azules y rojas.
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a mi amada Blanca, estoy en prisión por el asesinato de Víctor y todavía me quedan algunos años más.
Ni con Lucía, ni tampoco con Blanca, la verdad es que no tengo suerte con las mujeres.

(#)Blanca llega hasta mi mente
Jura que ella es diferente
Y es hermosa hasta en su forma de mentir
Quién sabrá lo que ella sueña
Lo que siente y lo que enseña
La razón por la que permanezco fiel
Blanca, eres tan cruel(#)


(#)Extraido de la canción Blanca de NACHO VEGAS, con todos mis respetos señor Vegas.

martes, 6 de octubre de 2009

GRANADOS FESTIVAL' 09

El 2 de octubre durante todo el día celebre con mis conocidos, incluso tambien algún amigo, el grandioso día en el que vine al mundo.
La cosa empezó pronto, a partir de las 12 del mediodía empezó a llegar peña al kañabrava para empezar el día cerveceando y tambien algún que otro martini.
La cosa marchaba, sobre las 15 horas trasladamos la operación a otro bar cercano para seguir cervecenado y comer algo, había que reponer fuerzas y nos bebimos un megacubo lleno de kintos.
Cuando terminamos de zampar la operación siguió en La Ratonera, donde se empezó el cubateo sería entorno a las 17:00 horas.
Cuando nos informaron de que Madrid perdía en lo de las olimpiadas continuamos cubateando y bailando samba por cortesía de la Vane, camarera del bar en cuestión.
En torno a las 19:30 fuimos al poligono a botellear,realmente todos queriamos ir al bajo del Angel, pero el se empeñó en que fueramos al poligono, y se empeñó de verdad,asi que alli fuimos, me saltare los detalles del botelleo porque estoy harto de escribir.
Sobre las 22:00 horas había quedado con la mayoría de peña para cenar y beber en el Rempalme, yo aparecí cerca de las 23:00 porque estaba en otro bar viendo el comienzo de concierto de un grupo amigo Rock and Litro los cuales me iban a dedicar una canción.
Cuando llegué al rempalme me encontré con una de las sorpresas de la noche me había traido a DUFFMAN, la cosa prometía.




Ya en el rempalme cenamos, bebimos y lo que es mejor pase un rato agradable con mi gente.


P.D: Quiero agradecer desde aquí a toda esa gente importante en mi vida que asistiera al Granados Festival y agradecer que esten en mi vida
Carlitros, Pepe, Migui, a mis perlicas Noemi, Lorena y Noelia os quiero un montón, al Macho Legendario, al tito Raulito, al Jose de la Ratonera, a Vane, Lidia, Mari, a mi primo Borms, al Mirete y al Diego y a los 3 o 4 que cenaron y bebieron a mi cuenta sin que yo los invitara...
P.P.D: Y sobre todo a agradecer y mandar un abrazo por aguantar y aguantarme todo el día a Vicky, Tapanez, Pirulas, Tio Yhan, Tomas(que aunque no estuvo, se que si no hubieras tocado hubieses estado ahí), a mi brother Angel, al Pepe que aguantó todo el día a pesar de estar tullido, al Chema y a Tati y Cristina por la fiesta y al House por disfrazarse de Duffman por mi, Iban te debo una...
P.P.P.D: Gracias Kabrones...

martes, 29 de septiembre de 2009

Etcétera


Alguna vez habéis sentido que todo se desmorona, yo tampoco lo noté, todo se me derrumbó sin tiempo para reaccionar, todo lo que un día me había importado estaba sepultado bajo los escombros de mis sentimientos, y ahora vago sin amar, sin sentir, y ahora solo puedo hacer una cosa, sentarme en un taburete en la barra de algún bar y ver como el tiempo y los problemas pasan y no me importa nada…

viernes, 25 de septiembre de 2009

Notas(por no decir gilipoyas que queda feo) Por El Mundo

Buenas "Alto estado de inconsciencia adictos",(si es que hay alguno), curioseando en mi tiempo libre, bastante por cierto, me encuentro con el segundo candidato a Notas(por no decir gilipoyas que queda feo) Por El Mundo, en este caso nos centramos en un ladronzuelo más bien tontico.
Bien, como casi todos sabeis cada vez hay mas redes sociales y cada vez somos más adictos a ellas, tuenti, badoo, facebook, el Marca, perdón el marca no, me ha fallado el subconsciente, y algunas más.
Como iba diciendo cada vez la gente es más adicta a ellas hasta al punto de entrar a robar en una casa y ser pillado por entrar en su facebook.
El ladrón en cuestión sito en Fort Loudoun, Pensilvania, robó un par de anillos valorados en 3500 dólares y a la espera del juicio se enfrentará a una pena de cerca de 10 años.

Desde aquí te damos un consejo para futuros golpes, un consejo tan sencillo que hasta yo que no tengo ni idea de ordenadores haría en tu lugar.... CIERRA SESIÓN...

domingo, 20 de septiembre de 2009

Confidente De La Luna (segunda parte)




TRES AÑOS DESPUÉS

Finalmente don Raúl desposo a Lucía la cuál desde la promesa que hizo aquella noche vivió a merced de su esposo.
Un año después de la boda, don Raúl planeó una trama para acabar con la vida de su padre y conseguir el titulo de conde, la señora Isabella murió antes de la boda y don Pedro murió de sífilis poco después del conde. Con todos ellos muertos don Raúl encerró a su madre en una torre de su castillo y se convirtió en un personaje poderoso de la época.
Mientras tanto durante esos tres años Hicham fue condenado a remar una de las galeras al servicio de Felipe IV.
Seguía sin olvidar a su amada y todas las noches a través del pequeño ventanuco que tenía cerca observaba la luna como una forma de comunicarse con ella.
Lo mismo le ocurría a ella, todas las noches antes de dormir la observaba y eso le ayudaba a seguir creyendo que aún vivía.
Cada dos o tres meses llamaban a Hicham para propinarle una paliza, era la forma de recordarle que el ahora conde Montes no se olvidaba de él.
Pasados tres años de duro castigo sucedió algo que hizo que Hicham consiguiera la libertad. Una epidemia invadió la galera y muchos de los marineros y de los remeros murieron. Por miedo al contagio los capitanes del barco decidieron abandonar a todos los remeros y marineros en la costa de Valencia, Hicham había conseguido la libertad.
Solo en un lugar en el que nunca había estado se dedicó a mendigar para conseguir un poco de comida a veces la conseguía pero otras no, dormía en callejones entre basura y suciedad y sabía que no duraría mucho.
En el castillo Montes, la condesa Montes tomaba el té conversando con su consejera y única amiga, la anciana María, que tres años antes era la doncella de sus padres.
- Señora Condesa, debéis olvidaos de ese hombre quizá haya muerto, hace tres años que no sabéis de él.
- No puedo María, es la única persona a la que he querido y no puedo morir sin volver a verle, aunque solo sea verle.
El conde interrumpió la conversación entrando en la salita:
- Buenas tardes señoras, hoy me han dado la mejor noticia que jamás me han dado, el barco donde remaba ese morisco ha sido destruido a consecuencia de una epidemia de viruela, la mayoría han muerto, el resto vaga por Valencia a la espera de una muerte plácida, ja, ja, ja, espero que ese morisco haya sufrido o este sufriendo.
A Lucía se le cayó la taza al suelo, el conde lo vio y sonriendo salió de la salita. No sabía como pero necesitaba ir a Valencia a comprobar si Hicham seguía vivo. María sabía lo que pensaba la condesa:
- Se lo que pensáis y permitidme decirle que es una locura, señora condesa, pues si está muerto, el conde os matará a vos y si está vivo moriréis ambos.
- Lo se, María, por eso iréis vos, nadie sospechará de vos, hágalo por mi.
María dudó pero al final la condesa la convenció, la quería como a una hija.
Partió esa misma tarde en uno de los carros del conde, aprovechando que el conde había salido. Llevaba ropa limpia para Hicham, monedas y una carta escrita por Lucía.
Tardó varios días en llegar a Valencia, pero lo más difícil fue encontrar a Hicham.
María supuso que no iría mucho más lejos del puerto.
Mientras tanto, Hicham estaba sentado en un callejón cercano al puerto. En todo momento vio el carro perteneciente al conde y a la anciana que bajó del mismo.
María fue preguntando a todas las personas que veía si habían visto a alguno de los supervivientes de la galera todos negaban con la cabeza.
Las horas pasaban y comenzaba a anochecer, Hicham sabía que el puerto por la noche era el escenario elegido por los maleantes y la anciana parecía un blanco perfecto y decidió advertírselo. Cuando María vio correr hacía ella a un hombre de pelo largo y barba espesa con una camisa blanca desgarrada y sucia y pantalón verde oliva destrozado se asustó:
- No os asustéis por mi imagen, buena señora, solo quiero advertíos de que este lugar a estas horas se convierte en un lugar peligroso, será mejor que os marchéis.
Ninguno de los dos reconoció al otro ya que no habían coincidido muchas veces en la mansión de los nobles. La anciana dio la razón al extraño y camino hacía el carruaje.
Cuando la anciana se alejaba Hicham vio que se le caía una carta de la bolsa que llevaba. Corrió hacía la carta y la cogió:
-¡¡ Señora se os caído una car…- algo llamó la atención de Hicham.
Mientras la señora regresaba Hicham leyó el remite de la carta:
“Para Hicham de Lucía”
- Gracias señor.- María tendió la mano pero Hicham estaba paralizado
- “No se ha olvidado de mi”- pensó.- Yo soy Hicham.
Hicham sorprendió a María que en un primer momento no lo creyó, el mendigo le dio todos los detalles de la mansión de don Pedro y la anciana afirmó.
María hizo subir a Hicham al carruaje y fueron a una posada. Hicham se bañó y luego María le afeitó y arregló el cabello.
La anciana le contó todo lo ocurrido en esos tres años:
- Debo escribir a la condesa para que sepa que vivís.
Hicham asintió y se sentó cerca de la chimenea a leer la carta que le había traído María:
“Mi amado Hicham si leéis esto, es que seguís vivo y eso me consuela, siento haberos arruinado la vida y nunca me lo perdonaré solo deseo volver a veros aunque solo sea una vez más, después, podré morir tranquila. Siempre vuestra, os quiere, Lucía.”
A Hicham se le saltaron las lágrimas mientras leía la carta.
A primera hora del día siguiente, María envió la carta en secreto como ya habían planeado, el conductor del carruaje la llevaría y recibiría una gran recompensa por ello.
Una semana después la carta llegó a manos de la interesada. La había esperado impacientemente:
“Mi señora, está vivo y sano, estamos en la posada que ya sabéis.”
Hacía años que no estaba tan contenta y comenzó a planear el viaje a Valencia en ese preciso instante.
Le dijo al conde que María se estaba muriendo y que quería pasar con ella los últimos días de su vida, el conde no opuso resistencia.
Hacía meses que el conde ignoraba a su esposa por no darle un heredero y no le importaba nada lo que hiciese mientras siguiese siendo suya.
Pero algo no iba bien, el conductor del carruaje quería más dinero del que le ofrecía la condesa y el conde lo tenía.
Unas horas antes de partir hacía Valencia el conductor pidió reunirse con el conde.
- Bien, ¿Qué deseáis?- el conde odiaba que le tratarán con secretos.
El conductor sonrió y sin permiso, se sentó en uno de los sillones del despacho:
- Poned sobre la mesa muchísimo dinero y os daré una información valiosísima.
- La información o la muerte, ¿Qué preferís?, soy un hombre ocupado.
El conductor no se movió, estaba muy seguro de si mismo. El conde cedió. Puso sobre la mesa una gran cantidad de oro y el conductor habló:
- Si mi señor va a la posada valenciana, “Paterna”, a la habitación número 11 se llevará una grata sorpresa, allí está el morisco. Yo llevaré a la condesa a su encuentro.
- Será desgraciado, esta vez si que lo mataré, si es cierto, seréis recompensado aún más cuando volváis, si no moriréis. Partiré más tarde que vos para darles una sorpresa.
Poco después Lucía partió con el hombre que la había traicionado. El viaje transcurrió sin incidentes.
Unos días después llegó a Valencia, estaba a punto de anochecer cuando llegaron a la posada. Lucía bajó del carruaje a toda prisa.
María estaba en la puerta esperando su llegada y tras abrazarla, la acompañó a la habitación donde estaba Hicham.
Cuando se encontraron, pareció que el tiempo no había pasado, se fundieron en un apasionado abrazo y se besaron. María abandonó la habitación.
Los enamorados seguían besándose y abrazándose:
- Cuanto os he extrañado, siempre habéis estado en mis pensamientos.- le susurró Hicham al oído.
Sin soltarse le contesto la condesa:
- Os quiero, no lo olvidéis nunca, os amo.
Y volvieron a besarse, pasaron toda la noche juntos, durmieron juntos, sin soltar el uno al otro.
Antes de que amaneciera María irrumpió en la habitación:
- Hicham debéis marcharos, el conde esta a punto de llegar he visto sus carruajes a lo lejos y viene hacía aquí.
Hicham se vistió rápido y se sentó en una silla:
- Pero, ¿Qué hacéis mi vida?, Vienen a por vos, os matarán.- dijo Lucía.
No se movió de la silla, quería aparentar seguridad pero estaba muy nervioso sabía que su fin estaba cerca.
- No, basta ya de esta farsa, prefiero morir una vez antes que vivir mil vidas sin vos.
Lucía se abrazó a su amante.
Poco después llegaron los carruajes del conde. El primero en entrar fue el propio conde:
- Volvemos a encontrarnos.- dijo. Se dirigió a su mujer y la golpeó, Hicham se abalanzó sobre él.
- A ella no le hagáis daño, no tiene culpa de no amaros, la culpa es mía.
Una docena de hombres entraron detrás del conde. Pepe y Manuel ahora al servicio de la inquisición agarraron a Hicham por los brazos.
- Se que la culpa es vuestra por eso llevaréis la peor parte, os lo aseguro.- dijo el conde.
Comenzó a apalearle con ayuda del resto de sus hombres:
- Tened por seguro que os llevaréis la peor parte, seréis juzgado por la inquisición y seréis culpable y arderéis como un maldito hereje.
Lucía se derrumbó al oír esas palabras y sus sollozos fueron estridentes, el conde mandó que se la llevaran:
- Después de que veáis la ejecución del hereje, no volveréis a ver la luz del sol, ni de la luna.
Hicham fue detenido por la inquisición y lo regresaron a Madrid, allí, tras un juicio injusto, fue declarado hereje y condenado a arder en la hoguera.
La ejecución fue impuesta para el 14 de febrero, no se si por casualidad o era otro recuerdo del conde al condenado.
Ese día amaneció nublado, a media mañana cayeron algunas gotas pero no parecía importante. La ejecución sería al anochecer, a la luz de la luna como decidió el conde. El verdugo se acercaba hacía el pilar donde Hicham estaba atado rodeado de leña, comenzó a mojar la leña con aceite para que ardiera antes.
Mientras un sonriente conde sujetaba con firmeza la cara de su esposa para que no perdiera detalle, un sacerdote leía unas palabras de la Biblia cuando el verdugo prendió la hoguera.
Hicham notaba que la temperatura subía deprisa y comenzó a sudar, alzó la mirada y no vio nada, la luna no estaba, la luna le había abandonado.
Cuando su pantalón comenzó a arder, Hicham estaba prácticamente inconsciente a causa del humo, buscó a su amada con la mirada y gritó:
- ¡Os amo, no lo olvidéis nunca!
A continuación perdió el conocimiento y poco después murió. Lucía no dejó de llorar en ningún momento y el conde sonreía como ninguno. No soltó a su esposa hasta que no se pudo reconocer a Hicham, cuando el cuerpo estaba carbonizado. Poco después las nubes desaparecieron y la luna volvió a brillar, parecía como si no hubiera querido ver la ejecución de Hicham.
Desde aquella noche Lucía permaneció encerrada en una de las torres del castillo Montes. El conde nunca iba a visitarla. Le impuso vigilancia todo el día por si decidía hacer alguna locura.
A los seis meses de la ejecución, el vigilante de Lucía fue a buscar al conde para darle lo que el creía que era una buena noticia:
- Mi señor, la señora condesa espera un heredero para vos.
El conde recibió esa noticia como una ofensa. Sin mediar palabra fue el mismo a comprobar la información.
Al llegar a la torre comprobó que era cierto, la golpeó varias veces en el vientre y se marchó.
Ordenó matar a los dos vigilantes que vigilaban por turnos a su esposa.
El hijo que esperaba su esposa no podía ser suyo, llevaban un año sin consumar su matrimonio.
Cerró la torre con llave y la destruyó. Lucía murió de hambre y sed unos días después llevándose con ella, el hijo que llevaba en sus entrañas.
El conde se volvió a casar tres veces más, pero ninguna de sus esposas le daba un heredero y las asesinó a todas. Al final, la locura lo absorbió y acabó suicidándose.

martes, 15 de septiembre de 2009

Minutos Músicales

Eso es, otra nueva sección para Alto Estado De Inconsciencia, tratara básicamente en copiar y pegar videos del youtube con algún breve comentario sobre tal canción.
Pues bien esta primera canción que colgaré en mi blog se trata de un tema, de un grupo para mi desconocido, a pesar de que muy probablemente no lo sea, desconocido para mi dado mi corto e inculto saber músical.
Dicha canción la escuchaba todas las mañanas como entrada de un programa matinal de radio y cuyo titulo descubrí rumbo a Monzón(Huesca) con el inmortal Yhan.
He aquí el video en cuestión, espero que os guste como a mi.
DIRE STRAITS: SULTAN OF SWING

sábado, 12 de septiembre de 2009

ALEJÁNDOME


Alejándome, alejándome de aquí, quizá estas tres palabras resuman a la perfección lo que siento en estos momentos, es la sensación de que mi cuerpo y mi mente cada vez están más separados.
Alejándome, cuando cada día en el trabajo mi mente está lejos de la oficina, sin siquiera saber dónde. ¿Dónde estas tú? Alejándote.
Alejándome cuando estoy con mis amigos de copas y estoy lejos de cualquier conversación.
Alejándome cuando intento ahogar mis penas y ellas ya nadan en alcohol como Michael Phelps
Alejándome cuando tus ojos no miran a los míos.
Alejándome cuando no percibo tu perfume.
Alejándome cuando entre el dolor y nada, elijo el dolor.
Alejándome cuando imagino tus labios junto a otros labios que no son los míos.
Alejándome de mi familia, de mis amigos, de todo.
Alejándome cuando te veo alejarte.
Alejándome, alejándome, alejándome….

viernes, 11 de septiembre de 2009

Notas(por no decir gilipoyas que queda feo) Por El Mundo

Buscando curiosidades por internet encontré varias cosillas interesantes que me decidieron a inaugurar una nueva sección titulada,"Notas(por no decir gilipoyas que queda feo)por el mundo", la primera es una "yonkarra" americana dificilmente superable.
Una mujer fue arrestada el pasado fin de semana en Florida por quejarse a un policía de que le habían vendido una piedra de ‘crack’ de mala calidad y haber exigido que le devolvieran el dinero, según revelaron las autoridades.
La mujer, de 50 años de edad, se había acercado a un policía en el condado de Putnam (noreste) y le dijo que “un hombre, ahí en el aparcamiento, le había vendido un crack que estaba malo”, indica el reporte policial. Sacándose una piedra de ‘crack’ de la boca y asegurando que estaba hecha de cera y cocaína, la mujer luego le exigió al agente que fuera donde estaba el hombre que supuestamente le hizo la venta y le pidiera su dinero de vuelta. La mujer, que dio positivo a una prueba de drogas, fue detenida y encarcelada, y luego liberada bajo fianza de mil 500 dólares.
Unos policías se acercaron al hombre que supuestamente le vendió la piedra pero no le hallaron drogas ni dinero encima.
En fin hay que ser mu' tonto...

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Confidentes De La Luna (primera parte)




Este relato que conocí durante mis viajes por Castilla demuestra lo duro que era vivir en la Península Ibérica en los tiempos de la Inquisición.
Mi relato se centrara en una familia noble los Fernández de la Montaña. Formado por el matrimonio y su única hija Lucía.
El señor de la casa siendo un antiguo guerrillero había obtenido ese puesto en la sociedad tras salvar la vida en la guerra a un importante conde castellano, con el cuál entabló una gran amistad que también favoreció a su economía, desde entonces Don Pedro Fernández de la Montaña acudía a las más selectas reuniones donde el conde siempre contaba las peripecias de ambos.
Al igual que su esposo la señora de Fernández de la Montaña, Isabella Roseé también obtuvo grandes amistades en la aristocracia, la condesa la convirtió en su consejera y amiga.
Mientras a las sombra de sus padres crecía la pequeña Lucía Fernández de la Montaña Roseé, una joven introvertida que sabía que sus progenitores ya le tenían planeado el futuro.
En su inmensa mansión trabajaban medio centenar de empleados entre ellos un joven de 18 años de origen norteafricano.
Hicham Raalid era un descendiente de musulmanes que vivió en Castilla. Pese a sus antepasados el había adoptado la religión cristiana y como tal siempre vivió. Desde que cumplió los 15 años trabajaba en aquel hogar como jardinero. No ganaba lo suficiente para subsistir, cada noche antes de marcharse cogía las sobras de la basura y cada día encontraba lo suficiente como para alimentar a todo el servicio de la familia. Hicham no tenía familia su madre murió al poco de nacer y su padre murió poco después de comenzar a trabajar en casa de los nobles.
Por entonces reinaba Felipe IV y lo que parecía un comienzo de reinado prometedor terminó siendo el principio de la caída del Imperio por culpa de la ambición del conde-duque de Olivares al involucrarse en la Guerra de los Treinta años. Los Países bajos y Portugal se independizaban de hecho y se le cedió el Rosellón y parte de la Cerdaña a Francia.
El comienzo del relato trata en una noche cuando Hicham terminó de trabajar y mientras comía las sobras de aquel día caminaba por las calles de Madrid sin prisa por llegar a su casa puesto que en su chabola hacía el mismo frío que en la calle, ni siquiera tenía chimenea.
Caminaba lentamente por una calle oscura. Un grupo de chavales corrían en sentido contrario a él, seguramente llegaban tarde a su casa, Hicham buscaba una taberna donde cobijarse del duro frío que asolaba Madrid en Febrero.
Mientras en la mansión de los nobles don Pedro conversaba con su esposa acerca del futuro de Lucía:
- El hijo del conde está encantado ante la posibilidad de desposar a nuestra pequeña Lucía.
Don Pedro llevaba ya algún tiempo dialogando con los condes acerca de unir en matrimonio a sus respectivos herederos y ese día cada vez estaba más cerca:
- Es una gran idea para garantizar un gran futuro a Lucía, yo creo que ya es hora de que se conozcan. Una gran fiesta aquí sería una buena forma de presentar su emparejamiento en sociedad.- propuso la señora Fernández de la Montaña
- Es una gran idea, avisando con tiempo y dada la amistad del conde con su majestad y con Olivares, podrían venir ambos. Haced llamar a Lucía para darle la buena noticia.
Doña Isabella llamó al mayordomo para que buscara a Lucía. Esta se encontraba en su dormitorio cepillándose sus finos y dorados cabellos preparándose para acostarse. Todas las noches tras cepillarse el cabello observaba desde el balcón de su dormitorio las estrellas y la luna, a veces, incluso las observaba hasta altas horas de la madrugada era su forma de meditar.
Lucía tenia 17 años y solo tenía una cosa clara, quería contraer matrimonio por amor, todas las noches se lo pedía a la luna. Sabía que sería difícil porque sus padres dirigían su vida.
Tras dejar el cepillo en el cajón del tocador se dirigió hacia el balcón, su blusa blanca brillaba a la luz de la luna, pero algo alteró sus planes, habían tocado a la puerta.
- Señorita Lucía vuestra madre me envió a buscaos quieren hablar con vos enseguida.
- Enseguida bajo Miguel, podéis retiraros.
La joven se vistió rápidamente y se dispuso a bajar.
Al llegar al salón su padre redactaba al encargado de escribir las cartas lo que tenía que escribir:
“………….
Atentamente, Don Pedro Fernández de la Montaña”
- Enviadla mañana a primera hora.- terminó don Pedro.
Cuando terminó percibió la presencia de su hija, la cuál no interrumpió en ningún momento.
Al quedarse a solas don Pedro se levantó de su sillón de piel y caminó hacía el mueble de las bebidas y comenzó a llenar un vaso:
- Tengo una buena noticia que daros, os casareis dentro de un año con el hijo del conde, Raúl Montes. Tendréis un futuro brillante, mejor incluso que el de vuestra madre.
La noticia se le clavó en el alma, sintió que moría por dentro. No sabía que decir, ni que hacer pero la joven respetuosa y callada que siempre había sido estaba desapareciendo:
- Padre, si no lo conozco, no podéis permitir eso.
El padre dejó la botella en una mesita que había junto al mueble y se acercó a ella:
- Por eso tardaréis un año en contraer matrimonio tiempo suficiente para conocerle y amarle como una buena mujer castellana, de todas formas no tenéis ni voz ni voto en esta casa mientras yo viva. Ni tampoco cuando muera.
- Padre no podéis hacer esto soy vuestra hija.- Lucía abandonó el salón corriendo y dando un portazo al cerrar la puerta.
- ¡¡ Qué falta de respeto es este, como osáis iros sin mi consentimiento, venid aquí ahora mismo!!- gritó don Pedro tirando el vaso medio lleno contra la pared.
Lucía corrió hacía la puerta principal de la mansión y se fue. El padre ordenó a dos de sus empleados que fueran a buscarla.
No muy lejos de allí Hicham encontró una taberna abierta, tras terminarse las sobras entró. La taberna, “El hogar del marinero”, estaba adornada con diferentes objetos que asemejaban la taberna a un barco. Paradójico si pensamos que en Madrid no hay mar. Habían una docena de personas, Hicham se sentó lo más cerca que pudo de la chimenea pero no pidió nada porque no tenía dinero.
Hicham prestó atención a las conversaciones de las mesas cercanas, cerca de el habían tres mesas, en la primera hablaban del conde-duque de Olivares y de la guerra con los protestantes alemanes, en la segunda criticaban la poca ayuda de los catalanes en la guerra contra Francia y en la tercera dos hombres mayores y uno un poco mas joven debatían sobre que versos eran mejores los de Góngora o los de Quevedo esa parecía la más entretenida. Aunque Hicham sabía leer nunca había leído un verso de ninguno de los dos pero los conocía de oídas.
Poco después se acercó el tabernero:
- ¿Qué os pongo señor?
Hicham negó con la cabeza:
- No tengo dinero señor solo quería cobijarme un poco del frío de las calles.
El tabernero frunció el ceño y señalando la puerta le gritó:
- ¿Qué os creéis?, que esto se mantiene solo, a cobijarse a vuestra casa y si no tenéis, mirad a ver si hay portales en Madrid.
Hicham tuvo que marcharse como un perro, con el rabo entre las piernas. Mientras caminaba hacía la puerta observó como todos le miraban, reían y señalaban.
Al salir a la calle alguien que corría por la calle choco contra él:
- Lo siento mucho. -dijeron los dos al unísono.
Hicham notó que la otra voz era de mujer, la ayudó a levantar y la observó. Enseguida vio que esa joven era Lucía Fernández de la Montaña.
- ¿Señorita Fernández de la Montaña? ¿Qué hacéis en la calle a estas horas?
- No os conozco, pero me suena vuestra cara.-observó calle abajo.- ¡Oh no! Por ahí vienen.
Cogió a Hicham de la mano y le empujó a un callejón. Poco después por la calle principal aparecieron dos empleados de don Pedro, cuando llegaron a la altura del callejón uno de ellos se acercó, Lucía empezó a temblar, Hicham lo notó en la mano entonces comprendió que la buscaban y salió a la calle principal.
Cuando el empleado lo vio se le acercó:
- ¿Hicham que hacéis por aquí?-le preguntó uno de ellos, Manuel.
Hicham dudó y rascándose la cabeza contestó:
- Tengo hambre y miraba si había algo de comida en la basura de la taberna
- ¿Habéis visto pasar a la señorita Lucía? – le preguntó el otro llamado Pepe.
Hicham dudó si delatarla, eso le daría buenas impresiones al noble y quizá un ascenso o un aumento de salario, pero recordó esos ojos dulces y nerviosos que instantes antes le había observado y no pudo:
- No la he visto, ¿por qué, puedo ayudaros en algo?
Los dos negaron y continuaron su marcha. Al perderlos de vista volvió al callejón.
La joven observó detenidamente al joven que acababa de salvarla de sus persecutores:
- Llevo tres años trabajando para vuestra familia y no sois capaces de reconocerme.
- Lo siento, mi casa es muy grande y apenas salgo de mi dormitorio cuando estoy allí.
Hicham miró a la joven, estaba temblando. Le tendió su abrigo:
- Vamos a mi casa, no esta muy lejos, allí me contareis lo que ha ocurrido con vuestro padre.
Caminaron sin prisa pero sin pausa ya que Pepe y Manuel estaban por allí.
Se encontraron con un grupo de personas que procedían del teatro, Lucía se puso la capucha del abrigo de Hicham por si se encontraba con algún conocido de su padre.
Poco después llegaron a la casa de Hicham, cuatro paredes desgastadas que no le servía para mucho más que para dormir. Con suerte no llovería.
Hicham buscó las mejores mantas que poseía para abrigar a su invitada, luego se sentó junto a ella.
- No es muy acogedora pero un jardinero no gana para mucho más.
La joven sonrió y con la mirada recorrió toda la casa.
- A veces me gustaría vivir en un lugar así. Mi casa es como una jaula lujosa.
- Si no es inoportuno, ¿Qué os ha ocurrido con vuestro padre señora?
- Llamadme Lucía y no me trate de usted, pues resulta que mi padre…
Lucía le contó todo la conversación con su padre y los planes que este tenía con el hijo del conde Montes.
Mientras la joven le contaba sus problemas Hicham estuvo observándola fijamente, nunca se había fijado en que la hija de su patrón era preciosa, era la joven más hermosa que había visto nunca.
- Yo soy el menos indicado para aconsejaros, sobre todo porque a vuestro padre lo respeto más que a mi vida.
La joven asintió:
- Lo se, agradezco lo que habéis hecho por mi, mañana a primera hora regresaré a mi casa y mandaré que se os recompense.
Continuaron dialogando unas horas más de diferentes temas, luego la joven se durmió, Hicham la cogió en brazos y la tumbó en su cama.
El joven antes de marcharse volvió a observarla. Pasó algunas horas más caminado por su casa hasta que se sentó cerca de la ventana y comenzó, como hacía muchas noches, a observar la luna. Esa noche le pidió a la luna por la joven.
Poco después Lucía despertó y desde la cama observó a Hicham, le había caído bien:
- Yo también observo la luna casi todas las noches.
Hicham no la miró pero si le contesto:
- Me ayuda a pensar.
Ninguno de los dos volvió a dormir y continuaron con la conversación.
Unas horas después amaneció y la joven decidió que era el momento de regresar a su hogar. Al despedirse besó a Hicham en la mejilla, este se sonrojó pero por el color de su piel no se percibió.
La joven no tenía prisa por llegar sabía que su padre estaría muy enfadado y que apaciguaría su ira sobre ella.
Por el camino de vuelta a casa no encontró prácticamente a nadie, al tabernero limpiando los cristales de su local y poco más.
En la puerta de su mansión ya había dos empleados de su padre esperando su llegada, sin mediar palabra guiaron a la joven al despacho de su padre, luego cerraron la puerta tras ellos.
Su padre si apartar la mirada del diario se dirigió a su hija:
- No os permito que me faltéis al respeto como lo habéis hecho.- la voz con la que hablaba parecía serena pero Lucía sabía que no era así.
- Lo siento, padre.-dijo la joven mirando al suelo.
Don Pedro hizo una bola con el diario y se levantó muy enfadado:
- ¡¿Quién os ha dado permiso para hablar?!- la joven asintió sin mirar a su progenitor.- No saldréis de vuestro dormitorio hasta la fiesta en la que presentaremos vuestro compromiso a la sociedad, en dos semanas. O quizá en la cena de mañana con los condes y su hijo.
Tocó una campana que tenía en su escritorio y poco después llegó la doncella:
- Preparad la bañera de mi hija, limpiadla y ponedle ropa limpia, después cerrad su dormitorio con llave y dádmela a mi.
La doncella se marchó seguida de Lucía.
Mientras, Hicham acababa de llegar a la casa y comenzó con su labor. El joven no podía dejar de pensar en la hija del noble, solo había estado unas horas con ella pero sentía algo por la joven.
En ese momento la joven estaba siendo bañada por la doncella:
- María, que suerte tenéis de no vivir mi vida, desde que nací mi padre me ha manejado como a una marioneta y quiero ser libre.
La doncella mientras escurría la esponja miró a la joven:
- Os entiendo, sois diferente de vuestros padres, pero con el padre que os ha tocado en gracia poco podéis hacer.
La joven cerró los ojos, recordó la noche anterior, por primera vez se había sentido importante Hicham la había tratado como nadie lo había hecho antes y por primera vez se sintió libre.
El resto del día lo pasó pensando en que podía hacer para escapar de esa situación, solo recibió tres visitas ese día ambas por parte de María, la doncella. Para llevarle la comida, el té y la cena.
Antes de acostarse salió al balcón a observar a la luna. No muy lejos de allí Hicham también lo hacía.
No mucho después la joven se acostó estaba muy cansada la noche antes apenas había dormido.
Unas horas después alguien abrió la puerta de su dormitorio. Era Hicham que sin dirigir palabra abrazó a la joven y la besó, entre sorprendida y nerviosa ella también se abrazó a Hicham:
- Vayámonos, en unos días sale una galera del puerto de Valencia, podemos escapar de vuestro padre.
La joven asintió y volvió a besar a Hicham. Cuando se disponían a irse algo sorprendió a Lucía, parecía como si volvieran a abrir la puerta, Lucía cerró los ojos y cuando los volvió a abrir estaba tumbada en su cama, Hicham no estaba, todo había sido un sueño. Por la puerta entró María para entregarle el desayuno. La joven estaba sorprendida por su extraño sueño. Pasó la mañana pensando en Hicham, ¿Se había enamorado de ese joven jardinero qué trabajaba para su padre? No lo sabía.
Al mediodía cuando volvió la doncella, la joven se lo contó todo, desde lo bien que se había sentido en casa de Hicham, lo atento que era y lo más importante ese sueño tan extraño.
- Señorita Lucía, estáis enamorada de ese joven. Pero no tiene futuro su padre jamás lo permitirá.
- Tengo que volver a verle, quiero saber lo que siente él.
Tras la marcha de la doncella la joven fue hacia el balcón, pasó parte de la tarde observando a Hicham que estaba en el jardín. Hicham a veces miraba hacía el balcón y Lucía sonreía.
La hija del noble entro de nuevo en su dormitorio para escribirle una nota a Hicham.
Mientras en el piso de abajo don Pedro y la señora Isabella recibían la visita del conde Montes, su esposa y el futuro esposo de Lucía, Raúl Montes que estaba deseando conocer a su pareja.
- Mandaré a la doncella a que busque a Lucía.- dijo Isabella.
El noble acompañó a sus invitados al salón, el mayordomo ya tenía preparadas los vasos del mejor vino que había.
Raúl Montes tenía 19 años, era inquieto y muy serio. Llevaba el pelo largo y perilla. Su mirada era penetrante y muy seria y siempre daba la razón en todo a su padre y al señor de la Montaña.
En lugar de seguir a sus mayores decidió ir a dar una vuelta para conocer la que sería una de sus futuras mansiones. En ese paseo decidió salir al jardín y mientras paseaba observo algo que le hizo esconderse en unos arbustos.
Frente a él se encontraba el jardinero bajo el balcón de Lucía y esta le dejaba caer una carta escrita por ella misma. Solo escuchó una frase puesto que ninguno de los dos quería hablar por miedo a ser escuchado:
- Allí estaré, mi señora.
Raúl corrió al interior de la casa y buscó a don Pedro:
- Señor, siento interrumpíos pero necesito a algunos de vuestros empleados de más confianza para un trabajito. Ya os lo contaré.
Don Pedro acarició la melena de Raúl y mandó llamar a Pepe y a Manuel, a continuación el futuro conde se los llevó a la entrada.
- Quiero que sigáis esta noche al morisco y si veis algo sospechoso volved a avisarnos, no puedo decíos más.
A los dos hombres les sorprendió las palabras del condecito, como lo llamaban a escondidas:
- Señor no es morisco es cristiano, y ¿Qué tiene él de sospechoso?- preguntó Pepe.
A Raúl no le gustaba que le discutieran y como tal se lo hizo saber a los dos hombres:
- Malditos incompetentes, ¿Cómo osáis discutir mis palabras? haced lo que digo y obtendréis una buena compensación.
Los hombres asintieron y se marcharon al jardín a vigilar a Hicham. Raúl volvió al salón donde ya se encontraba Lucía con un vestido rojo, el condecito quedó estupefacto.
La cena transcurrió plácidamente, Lucía trató de comportarse, Raúl no dejó de observarla en toda la noche. Unas horas después cada uno se marcho a su dormitorio ya que los invitados esa noche dormirían allí.
Lucía hizo llamar a María y le pidió que dejara las puertas abiertas. Cuando creyó que todos dormían se vistió y sigilosamente salió al jardín, desde la ventana de su dormitorio Raúl la observaba con el ceño fruncido.
Al pasar por la puerta del “Hogar del marinero” un grupo de borrachos chistaron a la joven, ella no hizo caso y siguió corriendo hacía la casa de Hicham.
No hizo falta tocar a la puerta, pues estaba abierta.
- Siento llegar tarde, pero la cena se alargó más de la cuenta.
Hicham no dejaba de mirar al suelo, le tendió un abrigo a la joven y le pidió que se sentara.
- Lucía no podéis volver es muy peligroso, sobre todo para mi
La joven cogió a Hicham de las manos y le besó. Hicham no opuso resistencia.
- Hicham vayámonos lejos los dos solos, muy lejos donde no puedan encontrarnos.
Hicham soltó las manos de Lucía y se levantó de su silla caminó por la casa y de espaldas a su amada le dijo:
- Desde la otra noche no puedo dejar de pensar en vos pero lo mejor será que volváis a vuestra casa y no nos volvamos a ver jamás, mañana dejaré mi trabajo.
La joven se levantó de su silla y fue hacía Hicham le puso una mano el hombro y le susurró al oído:
- Hicham te quiero y tu a mi, no podemos cambiar eso.
Hicham se volvió hacía ella la miró fijamente a los ojos y cuando se dispuso a besarla alguien irrumpió en la casa:
- ¡¡¡Soltad a mi hija o será lo último que hagáis!!!
Don Pedro entró empuñando un fusil, seguido por Pepe y Manuel que llevaban sendos sables en las manos, detrás con la mirada muy sería Raúl Montes le apuntaba con su pistola.
- ¡¡ Vivís gracias a mi y así me lo pagáis, mañana mismo seréis denunciado a la inquisición por falso cristiano!!
Raúl se adelantó, con una mano agarró a Lucía y con la que empuñaba la pistola golpeó a Hicham que cayó al suelo con una brecha en la ceja derecha.
Don Pedro salió el primero de la casa, luego Raúl que les dijo algo a Manuel y a Pepe. Cuando salieron de la casa los dos hombres se abalanzaron sobre Hicham y le propinaron una tremenda paliza que acabó con dos costillas y un brazo roto.
Una vez en la mansión, don Pedro y el condecito se encerraron a solas con Lucía en el salón. Don Pedro comenzó a caminar alrededor de Lucia con las manos juntas en la espalda, negaba con la cabeza.
Unos minutos después paró frente a ella y la abofeteó, su hija cayó al suelo llorando:
- Señor, no seáis duro con ella, es mujer no sabe lo que hace, ya la enseñaré yo.
Don Pedro seguía negando con la cabeza, agarró a su hija de la mano y la puso de pie.
- Os dejaré que acudáis a la ejecución del musulmán para que veáis lo que os ocurrirá si no le sois fiel a don Raúl.- este sonrió al oír hablar de él.- Ahora os dejaré solos por si don Raúl desea reprocharos algo.
El noble abandonó la estancia y los dos prometidos quedaron a solas.
- No os diré nada.- se acercó a ella y comenzó a olerla por el cuello, ella se puso nerviosa.- sois preciosa, con el tiempo me amaréis, queráis o no, y si no, tendré todas las mujeres que desee y vos solo seréis la esposa del conde.
Lucía se apartó de él y corrió al lado opuesto de la sala.
- Me casaré con vos y haré cuanto me pidáis, solo os pido que no mandéis ejecutar a Hicham, proponed cualquier otro castigo y seré siempre vuestra.
Raúl salió serio de la sala…
Continuará.
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Escrito por Granados en 2005

martes, 8 de septiembre de 2009

Que Duro Es Ser Arbitro

Como la mayoría que entre a este humilde blog sabrá, y si no os lo digo yo, soy un gran aficionado al fútbol, pues bien, el pasado lunes (7-9-09) escuchaba en radiomarca (88.9 FM, en Murcia) la crónica de la 2ª jornada liguera, a excepción de la primera división, que no se disputó porque jugaba la flamante campeona de Europa( y todas las demás), pues eso, y en la susodicha crónica informaron de una noticia graciosa.
Pongamonos en situación, pueblo Jumilla, día domingo 6 de septiembre, el equipo jumillano o jumillense o como cojones se diga se enfrenta al Puente Tocinos en un partido del grupo 13 de la tercera division el cual acabó 2-1, ni zorra de los goles ni de na', tampoco me interesa, lo importante ocurrió entre medias del partido.
Mientras se disputaba el partido el árbitro se vió obligado a parar el partido cerca de 10 minutos tras oír por megafonía que la policía local buscaba al propietario de un coche, que era el suyo.
La interrupción, se produjo cuando se jugaba el minuto 18 de la segunda parte, informaron testigos presenciales.
Le rompieron un cristal y le robaron el movil, cuando llamó para anular la tarjeta ya habían hecho una llamada de 7 minutos, curiosamente la llamada había sido hecha a un país cuyo colectivo no suele cometer muchos delitos, esa llamada fue a Marruecos.
El arbitro se apellida Madrigal Soria y el colega esta saliendo en la tele, en la radio y en la prensa.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Cosas Interesantes

Se acaban las vacaciones, bueno para el que las tuviera, y tras el fiasco de “El rincón de Granados” me decido a comenzar un nuevo blog el cual espero no muera como ocurrió con el mencionado anteriormente.
Para emprender esta nueva andadura he decidido estrenar una de las secciones que irán apareciendo no se si semanalmente, o mensualmente o anualmente, pero irán apareciendo titulado “Cosas interesantes”, en esta relatare noticias y otros menesteres que encuentre por ahí sobre cosillas que creo que todo el mundo debe saber por su gran relevancia, después de cada “Cosas Interesantes” sus vidas no serán igual.

Pues después de esta breve explicación aquí lo tenéis,... (Unos redobles)…

¿Cómo se averigua la edad de un pulpo?

Interesante pregunta que gracias a unos investigadores chilenos y españoles que tienen mucho tiempo libre y ni ven la tele ni tienen amigos ha sido resuelta analizando una pequeña estructura cartilaginosa de unos cinco centímetros que esconden en su cabeza.
Esa estructura cartilaginosa es llamada estilete.
En una serie de experimentos con ejemplares capturados en aguas de Galicia y el Mediterráneo, los biólogos comprobaron que el estilete, vestigio de una primitiva concha, acumula una capa de tejido por cada día de vida, de forma similar a los anillos que se forman en los troncos de los árboles y bla bla bla bla.....


PD: Viendo que se esta poniendo de moda por diversos blogs desde aqui no queremos ser menos y queremos hacer una mencion honorifica en el primer post al paquete apretao del macho legendario.
PPD: Tomas siento las faltas de ortografia pero Yhan me estaba esperando y he escrito rapido y sin pensar