domingo, 9 de diciembre de 2012

Una puta guerra

Cuando te encuentras inmerso en medio de una guerra puedes desear dos cosas: que acabe cuanto antes o, en el caso de que no veas posible ese fin, que te maten cuanto antes.
Ahí estaba yo, entre balas, bombas y cañonazos. No recordaba ya como era mi vida antes de esta batalla, ni familia, ni amigos, nada, sólo muerte y destrucción.
Hacía meses que no veía posible ese fin y solo deseaba poder dejar de sufrir, la muerte no sería un mal final.
Pero entonces ocurrió, entre disparos y explosiones, cuando apenas me quedaban fuerzas para continuar, apareció aquel ángel que cicatrizó todas mis heridas y me cubrió con sus alas hasta que cesó el ruido de las balas...
Pensé que gracias a ella, quiero decir a ese ángel, había sobrevivido a aquella guerra, y era cierto, pero ahora comenzaba otra puta guerra...