
Noches como esta, en las que no puedo dormir me da por pensar en cosas que me van sucediendo, y si son problemas, en como solucionarlos.
Pues bien, muchas veces en diferentes épocas de mi vida, muchas personas de mi entorno han tratado de cambiar algunos de mis hábitos.
Cuando era más pequeño mis profesores se empeñaban en cortar mis alas y mi imaginación de niño (sobre todo en forma de tontunas), vale eso procuré ir cambiándolo.
En mi casa mis padres siempre me calentaban la cabeza con que estudiara, lo fui haciendo hasta segundo de bachiller en donde me harté, lo dejé, y deben reconocer que no me va mal.
Siguiendo con mi casa, mis hermanos estaban cansados de decirme que no tocara sus cosas cuando era más crío y vale eso también lo cambié.
Y para terminar con mi casa, siempre se han empeñado en que mantuviera mi habitación ordenada, vale alguna vez al año la ordeno, pero dentro de mi desorden se donde tengo cada cosa.
Pasemos ahora al trabajo, todos los jefes de los diferentes curros que he tenido, o casi todos, han intentado una y otra vez que hable mejor por las mañanas, que sea más sociable y alguna otra capullada, yo mi trabajo lo hago, ¿no?, pues dejadme vivir.
Y para terminar quedan los amigos, toda mi vida me he juntado con un grupo de personas a las que conocía prácticamente de toda la vida, antes siempre trataba de agradarles a todos, riendo siempre las gracias, aceptando siempre las decisiones de la mayoría y esas cosas. Con los años abrí los ojos y pasé de seguirles el rollo y fui al mío, y comencé a ser el raro, el malo…
Solo les diré una cosa a esas personas, sois unos lameculos.
Pero sobre todo hay una persona que ha intentado cambiarme, ella sabe quien es, pues bien para esa persona y para todas aquellas empeñadas en que cambie o que me repiten una y otra vez que he cambiado para mal y que no me reconocen, os digo, soy así, y lo seguiré siendo y a quien no le guste que se olvide de mi, yo necesito pocas cosas a mi lado para ser feliz…