sábado, 19 de noviembre de 2011

El Paraiso

No sabía si estaba vivo o muerto, ni siquiera dónde estaba. Solo había luz, una luz cegadora.
Seguí caminando, muy despacio, por un camino estrecho, casi a ciegas, apoyándome en las paredes de aquel extraño camino.

Tras horas de lenta caminata, la luz, poco a poco, comenzó a ser menos cegadora, estaba llegando a lo que parecía un jardín. El aroma de las flores comenzaba a invadirme, había llegado.

Con la mirada, recorrí cada centímetro de aquel lugar. Aquel lugar era muy hermoso, extrañamente hermoso. Había muchos árboles, todos adornados con nidos de pajarillos tropicales, muy amigables, algunos incluso se atrevían a posarse en mis hombros al pasar.

Las flores, de todo tipo y colores, rodeaban la estatua que reinaba desde el centro del jardín, una clave de sol, desde la cuál, conforme te acercabas, se escuchaba cada vez más alto el Knockin' on Heaven's Door de Bob Dylan.

Cuando llegué a la estatua, algo me llamó la atención. Justo detrás de la estatua había un banco, y allí una mujer sentada me daba la espalda. Me temblaron las piernas, no podía creerlo, ¿Qué hacía ella allí?

“Uuuuhh, I feel like I'm knockin' on heaven's door. Knock, knock, knockin' on heaven's door. Knock, knock, knockin' on heaven's door”

- Te esperaba, siéntate a mi lado.

Mi cuerpo no respondía, estábamos en lugares diferentes, con esfuerzo y torpeza caminé hacía el banco.

“Knock, knock, knockin' on heaven's door. Knock, knock, knockin' on heaven's door”

Me senté a su lado, miraba a mis pies, siempre me había costado mirarla a los ojos, me imponía.

- Te preguntarás que hago aquí, ¿no? – asentí sin dejar de mirarme a los pies.- Soy tu ángel de la guarda, cuando llegue tu hora, siempre me tendrás aquí, a tu lado.

“Knock, knock, knockin' on heaven's door. Knock, knock, knockin' on heaven's door”

Se levantó, comenzó a caminar, observé de reojo como se alejaba. Iba completamente de blanco, estaba, era, es, será preciosa. Se giró y me dijo su última frase antes de desaparecer:
- Tienes una segunda oportunidad, aprovéchala…

“Knock, knock, knockin' on heaven's door. Knock, knock, knockin' on heaven's door.
Knock, knock, knockin' on heaven's door. Knock, knock, knockin' on heaven's door.”

Comprendí que si estaba vivo, aunque también comprendí que saber que ella estaría ahí me hacía tomarme la vida con tranquilidad, sabía que al morir sería muy feliz.
Creo que se me escapó alguna lágrima…

“Knock, knock, knockin' on heaven's door. Knock, knock, knockin' on heaven's door.
Knock, knock, knockin' on heaven's door. Knock, knock, knockin' on heaven's door.”