viernes, 31 de diciembre de 2010

Cuento de Navidad

La madrugada ya estaba muy avanzada cuando el pequeño Bobby se levantó a por un vaso de agua. Caminó hacía la cocina con prisa, pues, era nochebuena, y los niños tenían que dormir pronto para que les trajeran todo lo que habían pedido.

Cuando volvía a su cuarto, escuchó unos extraños ruidos que provenían del salón, Bobby entre asustado y curioso fue a ver que ocurría. El ruido venía de la chimenea, parecía que alguien bajaba por esta. El niño apagó la luz del salón y cogió algo de uno de los cajones del mueble, después esperó.

Papá Noel terminó de descender por la chimenea de la casa de Bobby, estaba cansado, además había pasado toda la noche discutiendo con uno de sus renos, el cuál no tenía ganas de seguir trabajando.

- No sabe quién soy yo, mañana lo sacrifico, mira por donde este año comemos reno por navidad.- pensaba.

Bobby estaba atento a la imagen, un viejo, gordo, vestido de Papá Noel, con la barba incluida se había colado en su casa.

- La verdad es que para ser un ladrón, el viejo se lo ha currado.

El anciano comenzó a hacer sitio debajo del árbol de navidad, cosa que el niño entendió como lo que parecía, le estaban robando, pero no, a su familia nadie les estropearía la navidad.
Bobby encendió una linterna, enfocando directamente a Papá Noel, este se sobresaltó:

- Niño, deberías estar durmiendo, sino no podré darte tus regal…

Al viejo no le dio tiempo a terminar la frase, Bobby sacó una pistola que empuñaba con la mano que escondía en la espalda y disparó un tiro muy certero, justo en el centro de la arrugada frente del anciano.

En casa de Bobby ese año no hubo regalos, ni en muchos otros hogares americanos. Ese año Bobby solo recibió un regalo, la licencia de armas y su pistola, ventajas de ser americano…

Mientras al otro lado del charco, todos los niños tuvieron sus respectivos regalos, ventajas de preferir a los Reyes Magos…

martes, 28 de diciembre de 2010

...

Camino rodeado de gente, y sin embargo me siento solo. Solo y vacío…
Hace ya algunos años que dejamos de vernos, quizá ni me recuerdes, pero yo no consigo olvidarte…
Otras mujeres han pasado por mi vida… ninguna comparable a ti
Muchas noches acudo a aquellos lugares que se que visitas asiduamente… verte es como una droga para mí… pero solo me alivia temporalmente…
Cuando te veo sonreír, con esa media sonrisa, desaparecen todas mis penas, aunque solo sea por un instante… recuerdo que nunca te gustó tu sonrisa, yo la adoro…
Al caminar, tu rizo rebelde se balancea hacía los lados… te encantaba cuando te lo acariciaba… yo no puedo vivir sin acariciarlo…
Te quiero con toda mi alma… pero se, que serás más feliz sin mi en tu vida…

domingo, 19 de diciembre de 2010

Feliz fiestas gente

Parece que ya va terminando el 2010, joder parece que fue ayer cuando posteabamos despidiendo el 2009 y el tito Raulito nos recordaba que seguramente el 2010 sería una mierda igual que su antecesor. Pues si Raúl, tenías razón, ha sido una mierda, quizá incluso peor que el anterior.

Sigue la puñetera crisis, en mi familia y en mis amigos sigue creciendo el paro y para colmo el Barsa sigue ganando, este año incluso 0-5 y no parece que la cosa vaya a mejorar.

Pero bueno, vamos a lo que realmente vamos, a desear felices fiestas y todas esas mierdas que se dicen ahora que para lamentarnos del maldito año tendremos el primer post de 2011.

Pues eso, a lo que íbamos, quiero desear a todos los que me rodean felices fiestas y prospero año nuevo. En especial a todos los que hacéis que no pierda la ilusión por ir actualizando, a los nuevos, que poco a poco hacen que me esmere más en los nuevos relatos y sobre todo a mis amigos, (si creo que puedo decir amigos), que me convencisteis en hacer el blog, a Tomás, a Tappy, al Tito Raulito, a Pep el filosofo, a Yhandros y al cuervecillo enano alias Migui, sabéis que este año os he abandonado un poquito, pero intento asentar la cabeza, y con vosotros no se puede.

No sabía como felicitar las fiestas, creo que una foto mía en pelotas y un gorro de Papa Noel os haría sentir violentos, así que aquí os dejo un villancico cantado por el cantautor que tanto os gusta.

P.D. Para 2011, Si estás ahí arriba, ¡sálvanos señor Mourinho!
P.P.D. Tenéis que reconocer que había tardado en poneros a Bunbury, ¡qué grande!

viernes, 17 de diciembre de 2010

Mis Balonazos

Los que me conocen saben que además de escribir tengo otra gran afición, el fútbol, y como Alto Estado De Inconsciencia lo cree con la intención de publicar algunos de mis relatos o para escribir sobre canciones o músicos que me gustan entre otras cosas decidí no publicar nada referente al fútbol. Por eso nace "Los balonazos de Granados" un blog dedicado solamente al deporte rey, anécdotas, crónicas, críticas y demás.

Pues eso al que le interese el tema ya sabe,http://losbalonazosdegranados.blogspot.com

Aunque no abandono Alto Estado De Inconsciencia, seguiré publicando mis relatos y mis canciones cortavenas que tanto os gusta xD.

Besitos.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Una extraña afición

Bobby tenía una extraña afición, demasiada extraña diría yo.
El se sentaba en diferentes lugares públicos a observar a parejas: jardines, cafeterías, iglesias…
Le gustaba imaginarse que harían después. Lo cierto era que Bobby tenía muy buena imaginación.

Esa tarde le tocó sentarse en una de las cafeterías más concurridas de su pueblo, llamada “Mayday”. Se pidió lo de siempre, ron cola, pero el ron debía ser “Matusalem”, con hielo picado, medio limón escurrido y pepitas de café. Se sentó en la barra, en el taburete más alejado de la puerta principal.
La pareja a la que había decidido observar se sentó en un sofá en el centro del local, pidieron café, desde su “rincón” no llegaba a distinguir la clase del mismo. Entablaban conversación, entre frase y frase ambos se sonreían y se besaban. Sus besos y abrazos eran apasionados, se les veía enamorados. Lástima, a Bobby no se le ocurría un buen final para esa historia.

Una hora después, la pareja decidió salir de la cafetería, se cogieron de la mano. Se encaminaron hacía el coche aparcado en el parking subterráneo situado en La Plaza Entrevías, donde se encontraba la cafetería. Manteniendo las distancias, Bobby les seguía.
Montaron en sus respectivos coches, y emprendieron el mismo camino. Unos minutos después el coche de la pareja aparcó en una pequeña calle, mal iluminada, (tal y como Bobby lo había imaginado). La pareja, tras manosearse, bajó del coche y se encaminaron a un viejo edificio.
Bobby seguía observándolos sin bajarse del coche, el joven abrió la puerta del edificio sin necesidad de usar las llaves.
Bobby quitó el freno de mano del coche, ya había observado bastante por ese día, pero de pronto se detuvo. Paró el motor y bajó del coche.
Se dirigió al maletero de su Ford Fiesta y sacó un chaquetón negro con capucha y unos guantes negros. Después volvió al coche y de la guantera saco un paquete de bolsas de basura negras y un cuchillo jamonero. Luego se dirigió hacía el edificio.

Bobby tenía otra extraña afición. Cuando no se le ocurría un buen final, el se encargaba de dárselo…

martes, 7 de diciembre de 2010

¿Fue un sueño?


No se si fue un sueño, o quizá fueron las cervezas de más, o puede que mi imaginación o simplemente sugestión.
Han pasado varios días, y con la mente ya despejada sigo sin poder darle una explicación.
Lo que trato de contaros sucedió un sábado cualquiera, a una hora tardía de la madrugada. Ese día mis padres se fueron de viaje y me quedé solo en casa y aquella noche decidí dormir en la cama de mis padres, en el dormitorio más alejado de la puerta principal. Yo ya estaba en mi habitual postura para conciliar el sueño, boca abajo, doblando la almohada formando una “L” y abrazándome a ella, cuando ocurrió ese extraño suceso.
Escuché un golpe muy parecido a la puerta de mi casa cuando se cierra y lo que parecían pasos acercándose a la habitación en la que estaba yo en un estado de duermevela.
“Vamos piensa rápido, mamá y papá no pueden ser, están de viaje, ¿hermanos?, que van a venir a hacer de madrugada; ¿entonces qué coño?
Conforme los pasos se acercaban hacía mí, yo intentaba moverme y el miedo me paralizaba, mi corazón palpitaba a una velocidad que creía que iba a reventar. De pronto los pasos cesaron, mi cuerpo volvía a responder, me puse las gafas y miré hacía el pasillo, no había nada.
Eran las 5:15 de la madrugada, no pude conciliar el sueño otra vez esa noche.
Días después sigo pensando en lo que me sucedió aquella noche, esa sensación de tener el cuerpo paralizado jamás la había tenido, fue una sensación muy extraña…
¿Fue un sueño? ¿Fue mi imaginación?...